Marangu: Horombo Hut – Kibo Hut. Kilimanjaro.

Cuarta Etapa:  Horombo Hut (3.700msnm/12.140ft) – Kibo Hut (4.700msnm/15.420ft).

Cuarto día:

Nos levantamos temprano, como casi todas las mañanas desde que comenzamos la ruta. Lucas nos trajo el balde de agua caliente para el aseo personal antes del desayuno. Es curioso como te vas acostumbrando y te vas dando cuenta, de cuan cierto es el dicho de que “la necesidad agudiza el ingenio” y que razón no le falta a Luis Galindo en una de sus frases:

«La zona de confort es muy cómoda, pero nada crece en ella«.

Abandonábamos Horombo Hut para iniciar el recorrido hasta siguiente y ultimo campamento antes del ascenso. El trayecto hasta Kibo Hut resultaba bastante cómodo y sin ninguna dificultad técnica.

De vez en cuando, me recordaban que debía que poner freno y caminar más despacio, al ritmo «pole pole». Debo reconocer que me costaba por la facilidad del sendero, pero no debía pecar de confiada con la altitud.

No podía ir mejor acompañada: humanos, sencillos, divertidos. Rashid, el guía principal nos infundia mucha serenidad y Saidi, nuestro guía más joven era de lo más simpático y espontáneo.

Nuestros mundos son muy diferentes, pero en esta aventura nos comportabamos como una gran familia, disfrutar de cada paso, solo dependía de nosotros.

La vegetación había ido mutando y poco a poco, el paisaje se antojaba más desértico.

A hora y media aproximadamente de Horombo huts, encontrábamos un punto de descanso en el aprovechamos para sentarnos, conversar unos minutos y comer algo de chocolate.

En las proximidades de este paraje, nos topamos con una helisuperficie, fundamental para casos graves de rescate.

A pesar de las características áridas del paisaje, íbamos descubriendo más secretos en el camino. Llegamos a contemplar una manada antílopes, que a simple vista podía haber pasado inadvertida.

Aunque mencionado desde el comienzo de la ruta, es hora de hablar un poco de más de Saidi, que nos acompañó durante esta aventura como ayudante de guía. Este joven alto y delgado de unos 29 años, de excelente condición física, siempre tenía una sonrisa para nosotros.

Saidi por encima del Mawenzi

Hasta ese momento había perdido la cuenta de las veces que había alcanzado la cumbre del macizo más alto de Africa. He subido más de 50 veces, me comentaba Saidi. Humilde y respetuoso con la naturaleza, amigable y muy divertido con nosotros. Junto al guía principal, nos aportó en todo momento, mucho apoyo y seguridad.

Nos acercábamos a la montaña y ya se podía apreciar el sendero serpenteante que se erguía hacía la cima y como el último tramo hasta el borde del cráter, se mostraba más exigente.

Mawenzi

El Kilimanjaro está formada por tres conos volcánicos inactivos: el Shira, con 3.962 metros de altitud; el Mawenzi de gran belleza con de 5149 metros de altitud, que estuvo muy presente en esta etapa a la derecha del camino; y por último, el Kibo donde se encuentra Uhuru Peak, el pico más alto.

Al Kilimanjaro, hay que tenerle cierto respeto. Hay personas excesivamente confiada, que pensando que cualquiera puede subir al techo de Africa y de ahí, que le haya pasado factura por lanzarse a esta aventura de forma inconsciente.

Sobre las doce del mediodía llegabamos a Kibo Hut. Habíamos alcanzado una cota de cuatro mil setecientos metros. Nos encontrábamos bien y eso nos daba garantías de que llevábamos bien el proceso de aclimatación.

Kibo Hut es punto de descanso más usado por los aventureros de las rutas Marangu y Rongai.

Tras caminar unos pasos hacia la recepción del campamento, nos volvimos a mirar el Mawenzi. Las nubes se mostraban caprichosas y el monte exhibía un aire de elegancia y misterio, como si quisiera decirnos algo. Estaba muy bien acompañado por unas nubes caprichosas.

Desde el inicio, Saidi estaba empeñado en que mi mochila estaba algo pesada. Lo primero que hizo al llegar, tras registrarnos en el campamento, fue pesar mi cámara y mi mochila. Viendo el resultado, puede que tuviera parte de razón, solo la cámara contribuía con dos kilos. Menos mal que no le dio por colgarme a mí, se hubieran quedado sin báscula.

Kibo Hut tiene un edificio de piedra con capacidad para unas sesenta personas. Las habitaciones son compartidas y cuentan con varias literas y una mesa comedor. Los baños, con letrinas muy elementales, están independientes, como en el resto de refugios.

Se acercaba el momento clave. Preparamos la ropa que íbamos a usar durante la noche. A pesar de que era temprano, el descanso era muy importante. Pronto tendríamos que enfrentarnos a la parte más dura y emocionante de la ruta.

Próximamente la Quinta Etapa: Kibo Hut (4.700msnm/15.420ft) – Gilman´s Point (5.681msnm/18.638ft) – Stella Point ((5.756msnm/18.885ft) – Uhuru Peak (5.895msnm/19.340ft) y descenso hasta Horombo Hut.(3.700msnm / 12.140ft)

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